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Foto Gregorio Mayí.

Durante esta semana, te traemos una serie de blogs desde el Nieuw Amsterdam, el nuevo barco de Holland America, en nuestra travesía por el Meditarráneo y las Islas Griegas. Para leer los blogs de los días anteriores, haz click aquí.
Estos días de mar son los perfectos para relajarte, levantarte tarde y luego dar una vuelta para participar en algunas de las actividades que organizan los barcos. En mi caso, tenía una agenda de eventos, los que fueron divinos para conocer más cómo funciona este hermoso Nieuw Amsterdam y compartir con algunos de sus oficiales.
Empecé con un tour por la cocina o “galley”, donde laboran como hormiguitas cientos de empleados para tener a tiempo los más de 11,000 platos de comida que se sirven a diario. Este tour se ofrece a los pasajeros gratuitamente pero es bien popular por lo que hay que reservar con tiempo cuando se anuncia durante el viaje.Por la tarde fuimos a un repleto Culinary Arts Center para ver la demostración de comida del chef invitado, el famoso Richard Chamberlain, quien empezó diciendo que no lo confundiéramos con el actor de Hollywood. ¡Este chef sí que siente pasión por la cocina! Nada más oírlo hablar y ver cómo disfruta el tema, ya nos dio una idea de por qué es tan famoso. Entre los platos que prepare estuvo unos bizcochos de risotto de langosta y camarones, ¡de show!
Luego dimos una vuelta al Puente de Mando donde un atento oficial mostró y explicó algunos de los equipos que usan y que hacen tan fácil la navegación. ¿Te imaginas que es fácil mover esta súper máquina que desplaza 86,000 toneladas? Pues sí que lo es gracias a la avanzada tecnología con que cuenta.
Nuestra agenda sigue con un tour por la lavandería, que sólo tiene 15 empleados, pero trabajan arduamente para tener la ropa, las toallas, sábanas y uniformes de todo el equipo siempre impecable. También vimos ejemplos de cómo reciclan las toneladas de desechos que generan los pasajeros y cómo trabajan no solo para cumplir con las estrictas reglas ambientales, sino para excederlas. Es un compromiso que Holland asume con mucha responsabilidad.
El día terminó con un coctel en el bello Silk Den y una cena en Tamarind, el restaurant asiático ($15 por persona) que es de los mejores en altamar. El consomé Ying Yang, el pargo envuelto en papel de arroz y la ensalada de papaya son un sueño. Para cerrar con broche de oro, elegimos como postre el “Mango Cloud”, la opción perfecta.

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